sábado, 13 de julio de 2013

«Mi obra sobre Franco no es ofensiva en ningún caso»

Día 13/07/2013 - 13.04h

El artista Eugenio Merino fue juzgado el pasado jueves en Madrid tras ser denunciado por la Fundación Nacional Franciso Franco por daños contra el honor

«Mi obra sobre Franco no es ofensiva en ningún caso»
REUTERS
La estatua «Always Franco» de Eugenio Merino
El jueves 11 de julio tuvo lugar en Madrid el juicio a Euegnio Merino, el artista demandado por la Fundación Nacional Francisco Franco(FNFF) por daños contra el honor debido a su escultura «Always Franco», obra expuesta en la edición 2012 de ARCO donde se muestra una estatua de Franco dentro de una máquina de refrescos.
Según palabras de Merino a ABC: «La sentencia no está, pero todo hace pensar que no perderemos la demanda interpuesta por la Fundación». Jaime Alonso, vicepresidente de la Fundación, pide una indemnización de 18.000 euros y que en caso de que la demanda sea favorable al artista, este asuma las costas del juicio.
«El debate ha sido entre el choque de la libertad de expresión y el derecho al honor, y en ese choque mi abogada ha defendido que no existe, que no hay un honor al que estemos atacando», explica el artista.
Merino argumenta que lo que alega la Fundación es «que hemos dañado su honor, el honor de la Fundación, no el de Franco». Además, dice que en el juicio: «Hemos llegado a la conclusión de que eso no es así, porque en ningún momento se habla de la Fundación Franco en mi obra, y sólo se empieza a hablar de ello cuando nos demandan».

Puertas al campo

Sobre el límite que marca la libertad de expresión en el arte respecto a la violación del derecho al honor, Merino dice que la pieza «En ningún caso es ofensiva. La ofensa viene de la propia hipersensibilidad de la Fundación Franco, pero en sí no es ofensiva. Ofensivas son otras cosas», matiza el artista.
«Una caricatura difícilmente llegará a ser tan ofensiva, a no ser que estemos hablando de religión». Merino también azuzó la polémica en la edición 2010 de ARCO con su escultura «Stairway to Heaven», donde se ve a un árabe rezando agachado con un sacerdote católico arrodillado sobre él y, por último, un rabino de pie sobre el sacerdote. «Pero estamos hablando de un jefe de Estado que no fue jefe de Estado por democracia, sino por un golpe de Estado», concluye.
«Yo planteaba una idea en forma de humor, de crítica, de sátira, y se ha convertido en una realidad», explica. «Nunca he tenido una demanda, y he vendido la escultura del Fidel zombie, la de Chávez y la de Mao. ARCO es una feria de venta, pero nunca he tenido un problema de tal amplitud, de tal importancia».
«El hecho de poner un tope sobre lo que se puede y no se puede hacer ya está limitando la creatividad».

Los caminos del arte

Lejos de dejarse intimidar, Merino ha presentado recientemente su nueva obra, un «Punching» de boxeo que transforma la cabeza de Franco en la bola usada como saco de golpes. «Esto no me va a obligar a cambiar nada, ni creo que se vaya a producir un exilio del arte», comenta en relación a los problemas surgidos en España respecto al mercado internacional.
«Es mas la relación que se establece entre los diferentes estamentos del arte por una Fundación como la de Franco. Mi problema es grave puesto que el director de IFEMA ha apoyado a esta fundación, el exilio no va más alla», explica Merino. «Yo voy a seguir exponiendo en laGalería de Barcelona y a seguir vendiendo fuera de España».
La ausencia del creador en la edición de ARCO 2013 pone de manifiesto los problemas entre el límite de la creatividad y la conciencia social. «Uno cuando paseaba por ARCO hace diez años encontraba creatividad, ingenio, buenas obras, obras más políticas, menos políticas, más sociales, lo que fuera. Ahora está habiendo un tipo de trabajo mucho más decorativo, por decirlo de alguna manera. Estamos viendo objetos», explica Merino. «Que sea una feria de arte y de mercado, no implica que solo se vendan objetos, pues siempre se han vendido contenidos. Eso es el arte.

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