lunes, 22 de julio de 2013

El buque <em>Monarch</em> de Pullmantur hace escala en puertos e islas de horizonte turquesa.
El buque Monarch de Pullmantur hace escala en puertos e islas de horizonte turquesa.

Top Ocholeguas

Crucero por las Antillas y el Caribe

La búsqueda del paraíso puede hacerse a bordo de un barco. El sol, el mar y el paisaje ponen mucho de su parte. Pero hay más. He aquí los ingredientes básicos de una travesía inolvidable: Antillas y Caribe Sur.
Nada como deslizarse por estas aguas cálidas en un itinerario que tiene el horizonte turquesa. Desde Panamá a Curaçao pasando por Cartagena de Indias, Aruba y La Guaira-Caracas. A bordo, buena dosis de exotismo y mucho ritmo sabrosón. Embarcamos en el buque Monarch de Pullmantur y nos ponemos en modo Caribe.

1. Los tópicos/trópicos...

¿Sol? Todo el que se quiera y más. ¿Arenas blancas, aguas diáfanas y cocoteros? Para dar y tomar. ¿Música, color y sensualidad? Por encima de todo. El crucero Antillas y Caribe Surencierra todo cuanto se espera de él. Olvídese del paisaje frío y el barniz cultural de otros trayectos más serios. Este mar de aguas calentitas se presta a una aventura voluptuosa, a un dejarse llevar sin culpa de uno a otro bello destino, mientras uno se entrega a la brisa del trópico, al bronceado de la piel y, de tanto en tanto, también, a la jarana a cielo abierto.

2. La ruta mágica

Cartagena de Indias.
Es, claro, lo primero a tener en cuenta. ¿Qué rinconesdescubre este buque recientemente remozado y con capacidad para unos 2.800 pasajeros? Empecemos, por ejemplo, en Colón (Panamá)que es uno de sus embarques semanales. Mucho pasado en su casco antiguo, y mucho también de futuro en la ciudad nueva y en el gran Canal, la maravilla de ingeniería de las Américas. Saltemos después a Cartagena de Indias, la joya colonial de Colombia, y de aquí a la isla de Aruba (Antillas Menores) para exprimir los encantos del Caribe. Después nos quedará La Guaira (Caracas), puerta de entrada a Venezuela con sus adorables contrastes; y la pintoresca isla de Curaçao, la mayor de las Antillas Holandesas, que es una delicia exótica y un bello crisol cultural.

3. Las excursiones

Aunque hay quien prefiere explorar los destinos por su propio pie, elMonarch también brinda algunas excursiones que organizan todomascadito. Desde la esclusa de Gatún en el Canal o el paraíso de las compras en la Panamá moderna hasta un paseo en calesa por Cartagena de Indias u otro más bailongo y divertido en chiva rumbera. En las islas (Aruba y Curaçao) no falta snorkeling, submarinismo o sea treck (recorrido por las profundidades con escafandra) e incluso una adrenalínica ruta por la costa a lomos de una moto acuática. Y en Caracas se puede elegir un tranquilo tourpor el casco histórico o una visita al Parque Nacional de Ávila, con sus montañas verdes cubiertas de bruma.

4. La navegación

Descanso en la cubierta.
Porque el tiempo que transcurre en alta mar también forma parte del viaje, hablemos de lasinstalaciones de este auténticohotel-flotante. Para empezar,doce cubiertas y cuatro restaurantes. Para continuar, siete bares, un salón de espectáculos Broadway, un Casino del Mar y una discoteca para los noctámbulos. Entre medias, dos piscinas, un jacuzzi, una biblioteca, varias tiendasduty free (perfumes, ropa playera, bombones, tabaco...) y una suerte de sala VIP para adictos a la exclusividad: se llama The Waves Yacht Club y es un área privada con sofás, tumbonas y camas balinesas, con un cierto toque de distinción.

5. El deporte a bordo

A bordo del navío, el tiempo da para mucho. También ¿por qué no? para entregarse a la actividad deportiva mientras se surcan las olas. Habrá que acudir entonces a la popa, donde se eleva elrocódromo para hacer escalada, junto a una mini cancha de baloncesto y diversas mesas de ping-pong. También existe un gimnasio para no perder forma ni un solo día y una escuela de submarinismo para iniciarse en la piscina con botella. Los más relajados no teman, que podrán disfrutar del Spa del Mar o del servicio de peluquería/manicura/pedicura donde ponerse guapo/a para la noche.

6. El Todo Incluido

Interior del Monarch.
No está de más saber que en elMonarch, como en todos los buques de Pullmantur, el régimen es de Todo Incluido. Desde un café repetido en la mañana para despejar el sueño, hasta una cerveza bien fresca acompañando el aperitivo o ungin tonic mientras se contempla la puesta de sol sobre el océano. Sin tregua circulan asimismo mojitos y piñas coladas que tan bien casan con el Caribe, y picoteos continuos para dejarse tentar entre las comidas. Y todo, con el castellano como el idioma de a bordo para que no haya malentendidos.

7. Los niños, entretenidos

Faltan los locos bajitos, que también merecen su propio ocio. Y que suelen encontrarlo en cualquiera de los tres clubs a los que tienen acceso. El Capi Club para menores de tres años, con juguetes y accesorios de bebés; el Tibu Club para niños más grandes; y elTeen's Club, ya para adolescentes que se mocean con videojuegos y tablets. Las piscinas, la cubierta Sport o los espectáculos infantiles que se despliegan al atardecer son otros puntos de encuentro para los inquietos menores.

8. El ambiente caribeño

Travesía por el mar Caribe.
Hoy, la elección del mejor Elvis; mañana, el concurso de salsa; pasado el karaoke tropical... Siempre hay una actividad a la que apuntarse a bordo, unnuevo baile que aprender, un improvisado debut teatral, una conga que bordea la piscina, secundada por la tripulación al completo. La agenda de animación es tan dilatada que resulta imposible no sucumbir al ambiente caribeño excepcional que se respira dentro y fuera del barco. Y que es una fiesta constante con el mar turquesa de fondo
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