domingo, 30 de marzo de 2008

LA CISTITIS

IMAGELIBRARY
CISTITIS INTERSTICIAL
¡Quiero dejar de ir al baño y no puedo!


No es la clásica infección de orina. Es una inflamación crónica de la vejiga cuyo origen y tratamiento aún son poco conocidos. Un 31 por ciento de las españolas la padece y tarda una media de cuatro años en encontrar un remedio a su mal.



La cistitis intersticial es una inflamación de la pared de la vejiga de causa desconocida. A diferencia de la cistitis ordinaria, se cree que ésta no es causada por bacterias, ya que no responde a los antibióticos. Es más común en mujeres, ya que su uretra es más corta que la de los hombres.


  • ¿Qué la provoca?
    Está claro que esta patología no deriva de una infección bacteriana, pero los especialistas no se ponen todavía de acuerdo sobre qué la desencadena: algunos expertos apuntan a factores genéticos o autoinmunes; otros, a agentes irritativos locales, y algunos, a factores hormonales, como disminución de estrógenos. Pero ninguna explicación es satisfactoria. Debido a su etiología desconocida y a la falta de tratamiento efectivo, en España se ignora el número de afectados.

  • ¿Cuáles son sus síntomas?
    Esta afección origina una micción frecuente (hasta cien veces al día en los casos graves), urgencia urinaria, molestia urinaria (ardor vesical y malestar), relación sexual dolorosa y dolor en el suelo pélvico. «El mayor problema, aparte del diagnóstico tardío y la falta de tratamiento, es social. El hecho de tener que acudir al baño cada 20 minutos te condiciona la vida», afirma una paciente.

  • ¿Cómo se diagnostica?
    Un problema grave para detectarla y tratarla es que sus síntomas se suelen confundir con los de una infección común de vías urinarias. Los datos revelan que existe una demora de unos cuatro años entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico final. Los especialistas señalan que los pacientes que tengan los síntomas que delatan esta patología deben realizarse un estudio urológico con análisis de sangre, orina y ecotomografía renal y pelviana o pielografía de eliminación. El diagnóstico certero sólo se obtiene con una biopsia con hidrotensión.

  • ¿Qué complicaciones acarrea?
    El dolor crónico llega a ocasionar cambios de estilo de vida e, incluso, un trauma emocional. Los costes derivados de las visitas al especialista, la pérdida de trabajo o el abandono de los estudios y los efectos secundarios de determinados tratamientos invalidan de tal manera al afectado que llega a ocasionarle, en algún caso, depresión crónica.

  • ¿Tiene efectos secundarios?
    El 31 por ciento de las mujeres españolas padece cistitis intesticial, y de éstas, el 12 por ciento tiene molestias prolongadas, según un estudio sobre esta enfermedad realizado entre más de 6.500 mujeres. En este informe, algunas pacientes aseguran que no logran obtener la baja laboral porque este tipo de infección no es demasiado conocida y porque incluso pocos médicos creen que esta dolencia pueda afectar al ámbito laboral. Así, reclaman, cuando se tienen molestias graves, un acceso más inmediato a su médico y a los medicamentos para todas aquellas personas enfermas que han sido estudiadas correctamente y que siguen un control médico adecuado, tal y como ocurre en otras enfermedades crónicas, como la hipertensión o la diabetes.

    Lola Fernández




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