viernes, 21 de junio de 2013

El FROB prevé vender este mismo año Novagalicia Banco y Catalunya Banc

Día 21/06/2013 - 20.49h

El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, avisa de que el supervisor no tiene competencias para limitar los tipos de interés que aplican las entidades en sus hipotecas

Las autoridades y el propio sector financiero admiten que el saneamiento del mapa bancario español aún no se puede dar por terminado. Y tampoco su reordenación. El Estado todavía debe desprenderse de Bankia, Novagalicia Banco y Catalunya Banc, las tres entidades nacionalizadas y todavía bajo control del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Cuándo lo hará es la incógnita por resolver. «Es posible que se puedan vender este año», ha estimado el subergobernador del Banco de España y presidente del Fondo, Fernado Restoy, en referencia a las entidades gallega y catalana.
Para llevar a cabo esa subasta de Novagalicia y Catalunya Banc el Fondo no descarta trocear ambas entidades, dividiendo su red y vendiéndola por partes a distintos bancos, o apoyar a los futuros compradores con algún tipo de garantía, como un esquema de protección de activos (EPA) y algo que tras la venta de Banco de Valencia el Ejecutivo popular había rechazado volver a ofrecer, «Dependerá del apetito del mercado», ha dicho Restoy durante su intervención en el seminario «Competitividad y Marca España»,organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Luis de Guindos ya avanzó el pasado martes que las autoridades han percibido cierto interés por ambas entidades, a las cuales la Comisión Europea, a cambio de su rescate, ha dado un plazo de cinco años, hasta 2017, para privatizarse. El FROB ya paralizó en dos ocasiones la subasta de Catalunya Banc, primero por la inminencia de ese rescate europeo y la segunda por las condiciones exigidas por los bancos interesados, que pretendían comprar barato o con ayudas. La intención del Gobierno es vender cuanto antes pero sin malvender. «La venta es conveniente pero no urgente», ha matizado Restoy, pidiendo calma.
El «número dos» del Banco de España no ha querido sin embargo aventurar si esas ventas generarán un beneficio para el Estado, que es el objetivo del Gobierno, o si por el contrario supondrán un coste adicional para el contribuyente. «Nuestro objetivo es reducir al mínimo el coste para el ciudadano», ha dicho Restoy, quien en todo caso ha asegurado que es prematuro augurar el resultados de esas dos operaciones.
Lo que Restoy ha rechazado es que esas viejas cajas puedan necesitar,como se apunta desde parte del sector, más ayudas del fondo de rescate europeo. «Están razonablemente recapitalizadas», ha dicho. Las dudas son si podrán afrontar sin más apoyo estatal el impacto de la reclasificación de créditos sanos y morosos impuesta por el organismo dirigido por Luis María Linde y de la supresión de las cláusulas suelo en sus hipotecas, que conllevará una reducción de sus beneficios.
El órgano supervisor, a petición del Ministerio de Economía, ha asumido ya la tarea de vigilar a las entidades para que la aplicación de las cláusulas suelo en sus hipotecas se adapte a la reciente sentencia del Tribunal Supremo. Es decir, que su aplicación haya sido comunicada clara y adecuadamente al cliente.
Además, el ministro De Guindos ha pedido al Banco de Españaque vele por que los bancos no sustituyan esa cláusulas por otro concepto que les compense la caída de ingresos que supone eliminar las cláusulas suelo. En este sentido, Restoy ha recordado que el Banco de España «no puede intervenir sobre los tipos de interés» que cargan las entidades a sus clientes, y por tanto tampoco sobre las cláusulas suelo.

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