Durante más de 4.000 años, grandes imperios por todo el mundo han surgido y desaparecido. Solamente uno ha sobrevivido al tiempo: China. Siglo tras siglo, los regios emperadores movilizaron enormes ejércitos de campesinos para llevar a cabo inmensas obras de ingeniería sin parangón en la historia de la humanidad. Entre las revolucionarias innovaciones del antiguo Imperio Chino se encuentran el canal más largo del mundo; el más complejo y eficaz sistema de regadío; así como una flota más poderosa que todas las flotas europeas juntas. Sin embargo, nada puede compararse con la colosal muralla que recorre más de seis mil kilómetros y representa el proyecto de construcción más ambicioso jamás llevado a cabo por el hombre. Pero tal esplendor también supuso un infierno de muerte y, una dinastía tras otra, consumidas por la vanidad y la avaricia, fueron despojadas del poder por el propio pueblo sobre el que gobernaron.
domingo, 21 de abril de 2013
Durante más de 4.000 años, grandes imperios por todo el mundo han surgido y desaparecido. Solamente uno ha sobrevivido al tiempo: China. Siglo tras siglo, los regios emperadores movilizaron enormes ejércitos de campesinos para llevar a cabo inmensas obras de ingeniería sin parangón en la historia de la humanidad. Entre las revolucionarias innovaciones del antiguo Imperio Chino se encuentran el canal más largo del mundo; el más complejo y eficaz sistema de regadío; así como una flota más poderosa que todas las flotas europeas juntas. Sin embargo, nada puede compararse con la colosal muralla que recorre más de seis mil kilómetros y representa el proyecto de construcción más ambicioso jamás llevado a cabo por el hombre. Pero tal esplendor también supuso un infierno de muerte y, una dinastía tras otra, consumidas por la vanidad y la avaricia, fueron despojadas del poder por el propio pueblo sobre el que gobernaron.
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