Conoce tu alergia

TOMÁS CHIVATO / MADRID

Día 21/04/2013 - 09.23h

El decano de la Facultad de Medicina CEU San Pablo de Madrid cuenta qué hacer si sospecha que padece alguna alergia

FOTOLIA

Los estornudos y picores son los síntomas más frecuentes de las alergias

Debido a la elevada pluviosidad del otoño e invierno, desde el Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica se ha realizado una predicción de una importante «presión ambiental» en esta primavera por los elevados recuentos de pólenes de gramíneas. Dada la incidencia transversal y creciente de las afecciones alérgicas, lo habitual será que en nuestro entorno familiar haya personas que padezcan algún tipo de alergia, por lo que conviene aproximarse a ciertos conceptos básicos relacionados con la misma.

La enfermedad alérgica respiratoria, la rinitis y asma bronquial, es la más frecuente de todas las alergias, y la principal causa de esta enfermedad en España es la sensibilización a los pólenes de las gramíneas. En los países desarrollados se ha registrado un aumento de las enfermedades alérgicas, atribuible a causas genéticas, cambios en hábitos de la población (sedentarismo, tabaquismo), cambios climáticos, contaminación ambiental. También hay que incorporar a este análisis causal la denominada «teoría de la higiene» (descenso de infecciones, disminución del tamaño de las familias, menor exposición a antígenos infecciosos, «exceso» de limpieza). No existe una causa única, es una suma de los factores descritos.

Existen diferentes pruebas para detectar los diferentes tipos de alergias

La realización de una correcta historia clínica y una adecuada exploración física permite llevar a cabo el diagnóstico de sospecha de las enfermedades alérgicas respiratorias. El diagnóstico de confirmación se realiza mediante diferentes pruebas: pruebas cutáneas, rinomanometría, pruebas de función respiratoria, cuantificación de Inmunoglobulina E total e Inmunoglobulina E específica y medición de marcadores de inflamación (ECP, FENO). Hoy día podemos realizar el diagnóstico molecular de la enfermedad y dar un diagnóstico más exacto del perfil de sensibilización.

El tratamiento puede abordarse desde cuatro vertientes distintas: medidas de control ambiental, seguimiento de unas pautas de comportamiento (ejercicio físico), tratamiento farmacológico y tratamiento con vacunas que previene la aparición de nuevas sensibilizaciones, tiene eficacia a largo plazo y puede llegar a ser la solución definitiva.