Cinco fenómenos naturales nocturnos que deberías contemplar antes de morir
Día 23/04/2013 - 08.40h
Mares que brillan, espectaculares auroras o inmensas columnas de luz son algunos de los increíbles espectáculos que nos brinda la naturaleza
La naturaleza es una fuente inagotable de todo tipo de fenómenos que a lo largo de la historia no han dejado de sorprender a la humanidad. Algunos de ellos son tan espectaculares que cualquier persona debería tener la posibilidad de disfrutar de ellos al menos una vez en su vida.
En el blog «101 viajes increíbles» repasan cinco de estos curiosos momentos nocturnos que nos regala la naturaleza y que, quien sabe, quizá podrían aguardarnos en el destino de nuestras próximas vacaciones.
Como su propio nombre indica, este fenómeno consiste en un intenso brillo de la superficie del mar producido por millones de organismos microscópicos que, al reaccionar con el agua provocan insuales olas luminosas. Aunque encontrarse con un espectáculo de bioluminiscencia en una noche en la playa no es muy habitual, puede producirse en cualquier costa del planeta.
Posiblemente las auroras polares son uno de los fenómenos luminosos más conocidos de todos los que se producen en el cielo. Precisamente su popularidad hace que sea uno de los espectáculos naturales que más ansiamos observar. Por ello, Islandia, Laponia, Escandinavia o el norte de Canadá se convierten cada invierno en un destino turístico excepcional para contemplar estas luces nocturnas.
3.-El cielo sobre el desierto de Atacama:
La contaminación lumínica es el mayor enemigo al que se enfrentan los aficionados a observar el firmamento nocturno. Uno de los pocos lugares del planeta donde sus efectos son inapreciables es el desierto chileno de Atacama, del que dicen que posee el cielo más bonito del mundo. En noches despejadas, su cielo nocturno, plagado de estrellas, es capaz de deslumbrar a los observadores. Estas condiciones unidas a su estable clima, explica que esta zona acoja el observatorio astronómico más importante del hemisferio sur.
Este fenómeno que se produce en la cuenca del río Catatumbo, al sur del lago Maracaibo (Venezuela), consiste en una serie de rayos y relámpagos que se producen de forma casi constante, debido a la confluencia de los vientos alisios con el sistema montañoso de Perijá y la cordillera de Mérida. El viento sopla sobre la superficie del lago en las horas de mayor evaporación y las nubes que se forman y arrastra chocan con las montañas, provocando las tormentas. Conocido también como el relámpago eterno, este fenómeno pude verse a más de cien kilómetros de distancia y producir más de 60 destellos por segundo.
Se trata de unas largas columnas de luz visibles durante la salida y puesta del sol en lugares con un clima especialmente frío, ya que se cree que se forman cuando la luz se refleja en los minúsculos cristales de hielo que flotan en la atmósfera. Algunos tipos de alumbrado público pueden provocar también este vistoso fenómeno, de forma que la la luz artificial parece proyectarse hacia el cielo como un inmenso halo, siempre que se den las circunstancias propicias para ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario