"VISITEMOS EL PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO"

ESCAPADA AL VALLE DE ORDESA Sergio Sánchez Lanaspa. Publicado en www.viamichelin.es El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el decano de los parques españoles –fue fundado en 1918 por Real Decreto– y forma con el Parque Nacional de los Pirineos en Francia, con el que limita al Norte, uno de los territorios protegidos más grandes de Europa. El geólogo francés Louis Ramond de Carbonnieres definió al macizo Gavarnie-Monte Perdido como un inmenso poema geológico. La ruta dura trece horas, pero dividida en dos jornadas se nos hará mucho más llevadera. El primer día trataremos de llegar al Refugio de Góriz –en el Valle de Ordesa se puede vivaquear a partir de 2.100 metros de altura y podría ser una opción ante cualquier eventualidad–. El segundo completaremos el círculo que nos permitirá regresar al punto de partida, el Parador de Ordesa, donde hemos dejado el vehículo –a no ser que hayamos elegido el verano o la semana santa. En ese caso, el coche lo dejaremos en el aparcamiento de Torla y nos llevarán al parador en autobús–. Si necesitáramos mapas o guías del parque, tanto Torla como el Parador de Ordesa son buenos sitios para adquirirlos y planificar la salida. Más rutas en Destinos en la comarca de Sobrarbe En este tramo, la frontera desaparece y el Pirineo es uno, ya sea Gavarnie u Ordesa. Uno y otro se comunican por la Brecha de Rolando, uno de los pasos más espectaculares de la cordillera, aquél que formara Roldán con su espada tras la derrota de Roncesvalles. El Parque está dividido en cuatro valles o sectores: Valle de Escuaín, Valle de Añisclo, Valle de Pineta y Valle de Ordesa. Sobre todos ellos reina el coloso de Monte Perdido, el tercer pico en altura del Pirineo. El Valle de Ordesa es la joya del parque y por ello el más visitado. Tiene muy buen acceso desde Huesca, Barbastro o Jaca, a diferencia de los de Escuaín y Pineta, que requieren algo más de tiempo en carretera. El Valle de Añisclo sólo es accesible en vehículo. En la actualidad se estudia la ampliación de las 15.608 hectáreas (la zona periférica de protección tiene otras 19.679 hectáreas) con la inclusión del contiguo Valle de Bujaruelo o Buxargüelo. Las 650.000 personas que visitan anualmente el parque así lo demandan. Quizá por eso, porque es el valle más visitado, vamos a elegir una ruta clásica, pero con cierto grado de dificultad y exposición, para que esté menos concurrida. Nuestro reto será recorrer el valle de Ordesa por los vertiginosos senderos que se abren a 2.400 metros de altura, en medio de los paredones que limitan el curso del río Arazas. El habla local las denomina fajas; son senderos volados, capricho de la erosión, de entre un metro y tres metros de anchura que se abren a mitad de pared. No tienen dificultad. Es más, podríamos hacer la ruta con adolescentes o niños de once y doce años si estuvieran acostumbrados a caminar. Sin embargo, el itinerario no está recomendado para personas con vértigo. El paisaje es espectacular, pero la exposición al vacío es constante y puede resultar estremecedor para alguien que sufra con ese otro “mal de altura”.
Primera jornada La ruta se inicia muy cerca de la caseta de información del Parque (1.320 m.). Doscientos metros antes de llegar al aparcamiento encontraremos un desvío señalizado con la indicación “Circo de Carriata-Tozal del Mallo”. El Tozal del Mallo, también llamado “el retablo” por los matices que adquiere su pared frontal con los rayos de sol, lo dejaremos a nuestra izquierda; él nos vigilará durante toda la primera jornada. El camino arranca enérgico y se gana altura con facilidad. Es probablemente el tramo más duro de las dos etapas que vamos a emprender. Pero el hecho de que esté al principio nos adelanta la recompensa. Una vez superado el desnivel de casi mil metros, se acabaron las grandes exigencias. Dejaremos a mano derecha el camino a Cotatuero y llegaremos a las Clavijas de Carriata, suerte de vía ferrata (equipada con hierros empotrados) que en realidad no tiene dificultad alguna y se puede superar sin tocar las clavijas. Quien más, quien menos habrá empleado dos horas y media en alcanzar los 2.440 metros y hallar el camino horizontal de la Faja de las Flores que se abre ante nosotros como un pasadizo al más allá. Seguiremos la cornisa en dirección Este, dominando por más de mil metros el valle de Ordesa. Es fácil descubrir –de ahí el nombre de la faja– decenas de flores alpinas de todo tipo, desde lirios –Lilium pyrenaicum– a Saxifragas –longifloras y oppositifolias– y por supuesto Flores de Edelweis. La tentación es bellísima, pero no debemos caer en ella. Está muy penado arrancar flores y no tiene sentido entrar en un espacio protegido para expoliarlo. La ruta continúa en horizontal durante al menos tres kilómetros, donde unos bloques de piedra nos invitan a descender. Siempre hacia el Este, pasaremos bajo los picos Salarons y El Descargador, y cruzaremos el collado Millaris para seguir hacia Góriz, donde pasaremos la noche después de siete horas de esfuerzo, convenientemente repartidas a lo largo del día. El Refugio de Góriz es el único guardado del parque. Hay que llevar saco y los montañeros con tarjeta de federado tienen preferencia, así que se antoja indispensable llamar para reservar plaza y cena (974 341201) si no se está preparado para vivaquear. En Góriz disfrutaremos de servicios propios de un hotel de alta montaña, aunque tengamos que compartir litera y lavabo.	Segunda jornada Las seis horas de marcha que nos quedan para el segundo día no son exigentes, ni tienen dificultad técnica o física. El recorrido, sin embargo, es más embriagador, si cabe que el de “ayer”. Vamos a “sobrevolar” el circo de Soaso y la cascada de Cola de Caballo desde una parte de la faja tallada por el hombre. A continuación, cuando se abra el terreno y sin bajar, tomaremos una bifurcación a la izquierda para, tras una pequeña subida ganar de nuevo los 1.900 metros de la Faja de Pelay. Desde ella veremos las paredes recorridas el día anterior y los circos de Carriata y Cotatuero. En algún momento, incluso, podremos distinguir la Brecha de Roland. Son cinco kilómetros de fácil sendero en los que el abismo aumenta progresivamente. Pasaremos por debajo de los picos Mondicieto y Acuta hasta alcanzar un lugar, con refugio forestal y mirador, denominado Calcilarruego, desde donde bajaremos, entre magníficos ejemplares de pino negro, por la Senda de los Cazadores. Se denomina así porque tiempo atrás se utilizaba para abatir la fauna mayor de Ordesa: bucardos, sarrios, rebecos, lobos e incluso osos, si nos remontamos a comienzos de siglo XX, poco antes de la declaración de parque. El gran perjudicado de estas prácticas fue el bucardo, una subespecie de capra hispánica endémica del Pirineo que el 6 de enero de 2002 perdió a su último superviviente, una hembra joven que se encontro muerta bajo un abeto derribado. La Senda de los Cazadores, una fuerte pendiente de 600 metros, sin peligro –excepto si hay mucha nieve– y con varias revueltas, nos dejará a la altura de un puente sobre el río Arazas que nos conducirá hasta el aparcamiento y la pradera de Ordesa. Una alternativa atractiva si se dispone de un solo día es hacer esta última parte del recorrido entre el Circo de Soaso y la Senda de los Cazadores en sentido inverso; para alcanzar Cola de Caballo y volver por donde hemos venido o siguiendo el curso del Arazas. Es un gran aperitivo.
Los parques nacionales tienen numerosas restricciones. No podemos practicar barranquismo, escalada, parapente o esquí de travesía, por poner algunos ejemplos, pero sí la espeleología. Dejaremos para los expertos la sima de la Brecha de Rolando (así se le llama en la zona) o la Cueva de Santa Elena en Bujaruelo, por su complejidad técnica. Sin embargo, en el sector de Añisclo, podemos acceder sin dificultad a la Cueva del Molino de Aso. Si venimos de Escalona, en cuanto la carretera se bifurca a Nerín, a unos pocos pasos, en la misma base de la pared del cañón de Añisclo encontraremos la boca, de grandes dimensiones y abundante vegetación. Un riachuelo nos conducirá a un lago con una deliciosa cascada. Es ideal para principiantes que comienzan a dejarse llevar por el subyugante mundo subterráneo. ARBOLADO :Pino, Abeto, Haya, Roble, Alamo y Arce, entre otros. MUNICIPIOS :Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin, Torla y Broto. FAUNA : Cárabo, mochuelo boreal, pinzones, reyezuelos, trepadores azules, petirrojos, pitos negros, martas, armiños, treparriscos, gorriones alpinos, marmotas, sarrios, rana pirenaica y tritón pirenaico, entre otros. TELÉFONOS Refugio de Góriz: 974 341201. Servicio de Teletiempo (Pirineo aragonés): 906365322. Emergencias: 112. Casa Oliván (centro sensorial para disminuidos físicos): 974 243361. Oficina de Información del Parque Nacional (Torla): 974 486472 También puede consultar: Ruta por las Cascadas de Ordesa: El Ensordecedor Rugido del Deshielo La excursión parte desde la Pradera, por la margen izquierda de un más o menos reposado río Arazas. A la derecha la Faja Pelay o Senda de los Cazadores, por la que estos días no s permite transitar, debido al peligro...