Un equipo del CSIC detecta cómo las plantas se defienden de la salinización. Los resultados podrán emplearse para regar campos de golf o fútbol con agua salada.
Al detectar gran cantidad de sal, las proteínas quinasas y fosfatas que contiene la Arabidopsis Thaliana sacan hacia fuera el exceso de sodio y reestablecen así el equilibrio salino de la planta.
Un césped con dichas proteínas se puede regar con agua que contenga hasta un tercio de la salinidad media del mar.
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