La molécula primordial de la vida
El agua del cuerpo humano El agua es el principal componente de nuestro organismo. Representa unos 75% del peso global y disminuye a medida que se envejece. Otros factores que influyen sobre nuestro depósito de agua son el sexo y el peso. El hombre tiene alrededor de un 60% de agua, en tanto que en una mujer la cifra desciende al 50%. Esto se debe a que el hombre posee mayor masa muscular y menos grasa. Además, es curioso que los tejidos más nobles son los más ricos en agua, como la corteza cerebral que llega a tener 90%.
El líquido primordial nos llega bajo forma de agua o como componente de la comida. Se moviliza continuamente al ser con el Co2 uno de los productos de la combustión energética. Se elimina a través de la orina, de las heces, del sudor y de las lágrimas.
La mayoría de los seres vivos contienen una gran proporción de agua. Las frutas y vegetales pueden alcanzar un 80-90% de su peso en agua. Según un estudio, a unos 27 frutas y 20 vegetales de consumo habitual en España corresponde un promedio de 82,3 y 88,7% respectivamente. Mientras que en algunos animales como la medusa el agua puede representar hasta el 98% del peso total.
El solvente universal
Existen organismos capacitados para vivir sin luz o sin oxígeno, pero ninguno puede sin agua. Es la "substancia simple" más abundante de la biosfera, un extraño y fascinante compuesto inorgánico. En sus tres estados -líquido, sólido y gaseoso- alcanza un volumen de 1500 millones de kilómetros cúbicos. La inmensa mayoría de la esfera que ocupa más de 97% se halla depositada en los océanos. Un 2,5 % se localiza en las cimas elevadas y en los glaciares. El resto de agua que es menos de 1% constituye la disponibilidad real para sus usos biológicos terrestres. De esta “gota en el mar” depende la vida de las plantas, los animales y el hombre.¿Sabían que...?
- El agua fuera de las células representa un 20% del peso corporal total.
- El total del agua dentro de las células alcanza el 40% del peso corporal.
- El agua es substrato o producto de reacciones enzimáticas.
- Interviene en la termorregulación.
La vida se originó y se mantiene en el agua. En el seno del mar donde comenzó todo se encuentran casi todas las grandes categorías establecidas en el reino animal como los mamíferos (ballena, cachalote, delfín).
Todos los procesos metabólicos tienen lugar en este solvente universal. Es un compuesto fijo e indispensable de la materia viviente y constituye el medio en el que se cumplen todos los fenómenos físico-químicos de la vida celular. Las células se componen en gran parte de agua y literalmente flotan en ella. En esta sentido, el ser humano -como cualquier organismo vivo- puede considerarse como una solución acuosa contenida dentro de su propia superficie corporal.
El camello es capaz de sacar de las plantas verdes toda el agua necesaria para su organismo. En verano, cuando la vegetación está calcinada por el sol, logra mantenerse sin beber durante una semana. Esta resistencia proverbial del camello a la sed se debe, en gran parte, al agua que origina consumiendo la reserva grasa de su giba. Por otra parte este "barco del desierto" puede resistir sin peligro un aumento importante de su temperatura corporal, evitando así los desperdicios de agua (sudor) que necesitan los mecanismos habituales de termorregulación. La temperatura de un camello normal que recibe agua cada día y está totalmente hidratado varía entre 36 y 38º C. Cuando el animal no tiene agua para beber, las fluctuaciones diarias pueden oscilar entre 34ºC por la mañana y 41ºC por la tarde.
En el ser humano las necesidades hídricas diarias suelen satisfacerse con 2300 ml. y 3200 ml. de aguas para la mujer y el hombre respectivamente, siempre que la función renal sea normal, no exista marcada deshidratación por pérdidas digestivas (diarreas, vómitos, etc.), a través de la piel (sudoración profusa, quemaduras) o coexistan otros factores que afecten que afecten intensamente las pérdidas de agua como la fiebre.
Una cantidad de agua equivalente a la ingresada se elimina diariamente por
la orina (1.500 ml.), las heces (200 ml.) o como pérdidas insensibles. Entre ellas son de la piiel (no sudor, 600 ml.) y el pulmón (300 ml.). En total el calculo es de 2.600 ml. pérdida diaria.
Gracias al balance equilibrado entre ingresos y pérdidas, el contenido de agua de los tejidos se mantiene bastante constante.
El agua es esencial para la vida. El grado de supervivencia en los estados de ayuno varía considerablemente en relación con el aporte de agua. El período de vida más largo de una persona sin ingerir agua ha sido de diecisiete días. Fue soportado por un preso político francés que se negó a comer y beber para protestar por su detención.
El ayuno con agua permite una supervivencia larga, como se observó en el alcalde de Cork, que se impuso una huelga de hambre cuando fue aprisionado durante los sucesos de Irlanda de 1921 - 1922. Murió de inanición después de setenta y cuatro días.
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